jueves, 29 de octubre de 2015

RUGBY WORLD CUP SEMIFINALES: Dos buenas guerras medievales

RUGBY WORLD CUP
SEMIFINALES:  Dos buenas guerras medievales

por Edmundo (edy) Aguiar para ArquiNoticias GdMd




    Finalmente, todo no pudo ser. El equipo argentino cayó peleando contra Australia, todo el partido barranca arriba, por 29-15 el domingo. Previamente, el sábado, Nueva Zelanda y Sudáfrica se sacaron chispas en un 20-18 para los isleños, que fue justo, por justicia y por estrecho.
   Los kiwis fueron quienes intentaron jugar mientras los sudafricanos se concentraron en defender y defender duramente e intentar encontrar alguna pelota perdida para contra atacar. Pero no hubo pelotas perdidas y el partido se convirtió en una pelea de dos jaurías de hienas por el mismo hueso. Con los neocelandeses proponiendo, moviendo la pelota para chocar cada vez contra la muralla. Sólo en dos ocasiones quebraron la defensa para llegar al ingoal: a lo 4'  y a los 51' . más un drop del gran Carter. Todo lo demás fueron penales generados por el combate. Cuando restaban unos 10', los Blacks, que estaban arriba por 5 tantos (20-15) decidieron que ya estaba bien y que faltaba muy poco como para arriesgar a perder lo que tenían hasta allí por marcar más puntos. Se limitaron a poner la pelota en 22 metros de los Boks y obligarlos a atacar desde allí si querían ganar. Si, querían; pero no pudieron. Su juego demasiado frontal, poco sorprendente, sin muchas luces no tenía como superar una defensa tan buena como la de ellos.


                                                   Pumas: buenos, pero no suficientes
   
El equipo argentino había  despertado buenas expectativas. Había jugado cuatro buenos partidos, incluso el que se perdió frente a los All Blacks. Pero un error por intentar atacar desde sus 22 metros los puso 0-7 a los pocos minutos. Y a partir de allí fue una carrera cuesta arriba hasta el final. Los Pumas no cambiaron el plan con el que habían entrado: atacar cada vez que tuvieran la pelota y la idea no fue mala, pero la defensa australiana también es muy dura y ordenada. En mitad del primer tiempo parecía que "se venía la noche" pero el equipo no cambió su plan y la puntería del apertura Sanchez  mantenía el tanteador al alcance. Fue así que aparecieron algunas buenas oportunidades, pero pequeñas imprecisiones, errores de timing en el último pase provocados por la contundencia de los australianos en el contacto, hicieron que esas ocasiones de alcanzar o pasar al frente no se concretaran. Los Pumas, es cierto, vendieron cara su derrota. A tal punto que el partido alcanzó el nivel que había pedido el entrenador neocelandés, Steve Hansen, que se iba a ver las caras con el ganador en la final. Preguntado por quién prefería en la final dijo que "no sabía, pero esperaba que se destrocen entre ellos", con una sonrisa. Y así fue; un partido durísimo que dejó sus marcas de los dos lados.
                                                   Otra vez por el bronce



Ahora, los Pumas harán nuevamente de "teloneros" del concierto final. El viernes, día 30, los esperan los Springboks para decidir entre ellos para quién queda el bronce. Los argentinos van con las señales del combate pasado bien marcadas. El fullback Tuculet, el wing Imhoff, el centro Hernández Y el hooker y capitán Creevy no estarán por lesiones. Pero el entrenador, Daniel Hourcade, anunció otros cinco cambios.
   Por su parte, el entrenador sudafricano, Heineke Meyer, afirmó que para él no tenía mucho valor jugar por el tercer puesto. Que era "como darle un beso a la hermana". La última victoria frente a Sudáfrica -aquella de Durban- hace suponer que el bronce es posible si le añadimos esta declaración.
   Mientras esto ocurra iremos preparándonos para el plato final: Nueva Zelanda- Australia, la misma final del último Rugby Championship, que ganó  Australia. El sábado, día 31, veremos quien levanta la copa William Webb Ellis.  Por ahora sólo sabemos que va a ser duro. Muy duro para los dos.






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