miércoles, 11 de noviembre de 2015

RUGBY

                                  REFLEJOS   CASEROS   DEL   MUNDIAL

   Una mirada televisiva al campeonato argentino de selecciones remite inconscientemente. por sus diferencias, a lo que hemos visto en el mundial de Inglaterra. Nuestro viejo y querido rugby de entrecasa queda puesto en evidencia por esa cercanía en el tiempo 
   Contemporáneamente con las alabanzas (merecidas) a la selección por lo que mostró en ese torneo, aquí Tucumán y Cuyo, en la primera fecha de ese campeonato de uniones provinciales, nos mostraban lo que había quedado en las estanterías locales. Un pobre partido plagado de fallidos, de erróneas tomas de decisión y con demasiados defectos técnicos básicos para jugadores que, se supone, están en la cresta de su rugby provincial. Bastante de lo mismo mostraron Córdoba y Rosario una semana después.
   Está claro, para nosotros y para el mundo del rugby, que la selección argentina ascendió varios puestos en el ranking mundial. Pero, a la vista de las selecciones provinciales, está claro también que ese nivel de la selección no refleja el nivel promedio del rugby local. Y no importa en que zona del país se haga foco.
   La conclusión, entonces, es que el trabajo de selección y preparación basado en el Pladar, la M18 y los Pampas para llegar a los Pumas fue bien planeado y bien ejecutado. Por eso los Pumas están donde están. Por eso el rugby argentino tendrá competición de alto nivel permanente.
   Ahora toca arreglar la casa. Porque el pico de rendimiento alcanzado hoy no se mantiene solo. Habrá que alimentar y reforzar esa brigada sin interrupciones y mantenerla ilusionada, alegre y buscando nuevas pequeñas metas permanentemente. Porque el rugby profesional es muy duro y desgastante y esas reservas deberán llegar desde donde llegaron ellos:  del llano. De todos y cada uno de los clubes del país, a través de cada una de sus selecciones provinciales. Y antes de lo que suponemos. Toda esa estructura nacional construída y mantenida -desde luego- en el campo amateur.
   Porque la primera idea que habrá que desechar en nuestro país -de aquí a muchos años- es el proyecto que da vueltas en la cabeza de muchos de extender el profesionalismo hasta los grandes clubes. Basta ver lo que le pasa a Francia, cuya decadencia, me parece, está causada por "comprar hecho" en lugar de producir buenos jugadores. Un gran jugador extranjero le quita el puesto a un buen jugador local.
    En lugar de eso creo que habrá que mejorar las escuelas y la calidad de las competiciones locales. Y para eso primero habrá que mejorar la calidad de los arbitrajes pues "no hay gran rugby sin un buen árbitro", luego la de los directivos y posteriormente la de los entrenadores para llegar a los jugadores, de infantiles a seniors. Y me refiero a los dirigentes porque ellos eligen a los entrenadores hoy en sus clubes y los técnicos de hoy están preparando los jugadores de mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario