jueves, 3 de diciembre de 2015

POLO

                                            EL  ÚLTIMO  ESCOLLO  ANTES  DE  LA  FINAL

    El único cambio a lo anticipado no estuvo en la cancha sino en la meteorología que obligó a pasar al lunes, día 30, el programa del sábado por las intensas lluvias del jueves anterior. Todo lo demás estuvo dentro de lo previsto por los números y la historia.
    El domingo, en el primer turno, Las Monjitas y Washington jugaron un entretenido y cambiante partido que terminó favorable a los de mayor handicap por 11 a 8. Más tarde, quizás, los de Facundo Sala habrán lamentado la cantidad de goles que erraron, pero eso ya queda para resolver en la semana; mientras los Novillo y su gente se desvelan pensando el "qué y cómo" para el domingo próximo.
    Esas preguntas, en cambio, parecieron haber tenido respuestas para Ellerstina, que después de un primer chukker sin goles, en los dos tiempos siguientes lograron un 8-2 que se fue ampliando minuto a minuto hasta el 20 a 5 final. Y no fue que los Heguy se hayan rendido, simplemente pareció que habían decidido salir a "jugar su polo", a disfrutar y divertirse, a competir por hacer un juego rápido y abierto. Y así fue.
    Pero les jugó en contra que el recién llegado, Pablo Pieres, se reencontró consigo mismo y terminó con 9 goles en su morral. Casi la mitad del total, como suele ser su costumbre.
    El lunes La Aguada se impuso desde el principio a Magual, que necesitó cuatro chukkers para ver que ocurría y equilibrar el juego. La primera parte terminó con La Aguada siete tantos arriba, la segunda parte en un empate en siete goles. Allí está la explicación del 17 a 10 final..
    Más tarde, ya en la cancha uno, La Dolfina necesitó transpirar bien la camiseta para sujetar a Alegría. Estos habían sorprendido a todos -gradas de la cátedra incluídas- con una alineación diferente  que demostró que había sido bien pensada:  Hilario Ulloa pasó de 2 a 1; Monteverde de 3 a 2, Laprida de 1 a 3 mientras Mannix mantenía su puesto de back. La sorpresa se transformó en inquietud cuando finalizó el primer chukker. Alegría estaba 3 a 1 arriba.
    Pero las cosas volvieron a su lugar en los dos tiempos siguientes, en los que Cambiaso y los suyos marcaron seis goles contra dos de su oponente. Luego, gol a gol hasta el final. Pero fue un partido difícil de calificar. Atractivo, emocionante a ratos, rápido y bien jugado por momentos, pero bastante enredado y con prevalencia del músculo y el temperamento sobre el talento. Pero así es este juego; cuando el rival muerde no hay tiempo para floreos.
    Ahora llega la previa a la hora de la verdad. El sábado, día 5, está programado -si la lluvia anunciada para el jueves/viernes lo permite- a las 14 horas, Magual-Alegría. Los dos equipos tienen algo que mostrar y demostrarse a ellos mismos. Especialmente Alegría, que en ese cambio de roles que ensayó con éxito el lunes parece haber hallado sus soluciones.
    Más tarde, La Dolfina cree estar en condiciones de no sufrir demasiado frente a La Aguada, pero ellos también sobrellevan sus pequeños problemas de rendimiento, que incluyen al gran Cambiaso y que deberán superar para estar, como todo el mundo espera, en la final.
    El domingo, día 6, Washington y Chapaleufú pueden proponer un partidazo. Juventud prometedora de calidad en los cordobeses contra muchísima experiencia y calidad contrastada en los pampeanos. Y los dos con muchas ganas de jugar (y de ganar, suponemos).
   El encuentro Ellerstina-Las Monjitas que irá a continuación tiene mucho más peso específico. Los Pieres contra los Novillo Astrada es casi un partido de dinastías. Todo parece indicar que Ellerstina, por lo visto el fin de semana pasado, estaría más cerca. Pero nunca se sabe a ciencia cierta.  


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